El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, no descarta subidas de la luz y advierte de que la reforma energética que prepara el Gobierno pasa por un “aumento significativo por el lado de los ingresos y también por una disminución en los costes”, así como por la aplicación de “medidas de eficiencia” para racionalizar el consumo.
“No descarto subidas en el segundo trimestre”, afirmó el ministro durante un desayuno organizado por Intereconomía Conferencias, en alusión a una subida de tarifas de luz. “Si hablamos del conjunto de medidas que puedan contribuir a la desaparición del déficit, sería faltar a la verdad hablar del conjunto de medidas adoptables sin subidas de tarifas”, añadió.
Soria señaló además que su departamento no se ha “planteado en ningún momento una quita” de la deuda a las eléctricas y aseguró que la solución debe “repartirse”, ya que cargar el déficit sobre el consumidor sería “insostenible”, al tiempo que hacerlo sobre los operadores resultaría “dañino” e “insoportable” para sus balances.
En todo caso, Soria aseguró que la reforma hará énfasis en el cumplimiento de la “más estricta legalidad” para garantizar la seguridad jurídica y que su departamento la elaborará de forma “independiente”, esto eso, tras escuchar a los agentes del sector, pero sin seguir los dictados del regulador, los operadores, consumidores o administraciones, y sobre la base del “interés general”.
Para el ministro, el déficit de tarifa no es un problema del sector eléctrico, sino “de la economía en su conjunto”. El Gobierno, dijo, “no va a ser pasivo ni complaciente en su resolución”, ya que sabe que la situación económica “no está para bromas”, y está dispuesto a adoptar medidas que no serán “sencillas y fáciles”.
REFORMA PARA DIEZ AÑOS.
Soria también indicó que, aparte de la solución del déficit, las medidas del Gobierno pretende “definir el sistema energético para los próximos diez años”. Para ello, trabaja en la actualidad en “ajustar y afinar” las medias, de modo que, si bien antes de abril puede conocerse alguna iniciativa “coyuntural”, el “paquete global tardará algo más de tiempo”, aseguró.
Como parte de la reforma, el Gobierno “no va a infrautilizar ningún tipo de energía primaria”. Prescindir de las nucleares sería “un lujo”, al tiempo que las ayudas al carbón seguirán debido, entre otros motivos, a las “connotaciones en algunas zonas más allá de lo estrictamente económico”.
Sin aludir a medidas como tasas a la producción nuclear, el ministró aprovechó su alusión a esta tecnología para recordar que los operadores de las plantas, como el resto de los agentes del sector, tienen que hacer esfuerzos para la resolución del déficit.
Sobre las energías renovables, destacó el decreto sobre autoconsumo fotovoltaico en el que trabaja el Gobierno como medida para mejorar la eficiencia e indicó que, en el entorno actual, “no parece que lo más adecuado sea impulsar nuevos incrementos de capacidad instalada” mediante primas.