El proyecto, que conecta el Distrito Centro con el de Isleta-Puerto-Guanarteme consiste en un carril bidireccional en calzada situado junto a la acera en el lado naciente de la vía, lo que permite un recorrido extra de circulación para los ciclistas de 380 metros estando dividido en dos tramos: el primero desde la Plaza de los Olímpicos Canarios hasta la rotonda de la Base Naval (200 metros) y el segundo, desde la citada rotonda hasta el paseo paralelo al muelle de Aviación (180 metros).
El regidor capitalino resaltó la importancia de esta nueva infraestructura que supone “el pistoletazo de salida hacia una movilidad integral en Las Palmas de Gran Canaria bajo criterios de sostenibilidad y medio ambiente, garantizando a los ciclistas un tramo continuo por toda la Avenida Marítima desde el Muelle Santa Catalina hasta San Cristóbal”.
Los trabajos han tenido una duración de once semanas y han supuesto una inversión de 160.000 euros del contrato municipal de mantenimiento de la red viaria, ejecutados por la UTE de empresas formada por Comsa – Lem – Pérez Moreno.
La nueva infraestructura dispone de una anchura de 2,30 metros separada del tráfico motorizado por una franja de 50 centímetros provista de bordillos y balizas de PVC que proporcionan seguridad para ambos tráficos. Además, distintas modificaciones de mejora han sido incluidas en el proyecto durante la ejecución del mismo, todas encaminadas a garantizar las condiciones de seguridad de sus futuros usuarios.
De esta forma, la rotonda situada frente a la Base Naval fue modificada y ampliada, cambiando su fisionomía de óvalo a la de una circunferencia, con el objeto de propiciar una disminución de velocidad en los vehículos a motor que transiten junto al carril bici. También se ha ampliado la superficie de acera correspondiente a la parada de Guaguas del inicio del carril con el fin de otorgar más espacio de convivencia entre ciclistas y peatones, además de rebajarse la acera para eliminar barreras arquitectónicas y mejorar la movilidad PMR (Personas con Movilidad Reducida).
Entre los añadidos al proyecto inicial, también destaca la instalación de nuevos semáforos, varios de ellos específicos para el carril bici, así como el mantenimiento del ancho del itinerario peatonal entre la Base Naval y la playa de las Alcaravaneras, ya que finalmente se ha ganado más espacio de la zona verde para evitar reducir las aceras, otorgando de esta manera la importancia que merece la movilidad peatonal. También se han realizado las canalizaciones necesarias para futuros báculos de luz que serán renovados en la zona durante los próximos meses.
Para garantizar la seguridad de circulación en todo el recorrido se precisará de una velocidad de circulación reducida y una especial atención en la conducción. Para ello se ha limitado la velocidad motorizada a 30 y 40 kilómetros por hora (según tramos) y se ha optado por la instalación de elementos reductores de velocidad (RDV), bandas transversales de alerta (BTA) y la señalización correspondiente.
Del mismo modo, la obra incluye la adaptación de las aceras en los cruces de accesos y salidas al Club Náutico, para eliminar las diferencias de nivel entre acera y calzadas así como favorecer la movilidad de los peatones en todo el recorrido con un pavimento adoquinado en estos cruces a una cota menor de 5 centímetros desde la calzada.
Finalmente, tras un periodo de análisis y valoración, una vez contrastada la seguridad que la separación del carril bici proporciona a sus usuarios, se han allanado todos los pasos de peatones elevados salvo el que protege el inicio del carril bici evitando así generar trastornos innecesarios al tráfico rodado. La construcción de esta nueva infraestructura –la primera del municipio sobre calzada– es una muestra más de la apuesta decidida de la Corporación local por el transporte y la movilidad sostenible, dos años después de que se construyera el último tramo de carril bici en la ciudad.